domingo, 8 de septiembre de 2013

ACCIDENTE ELAPIDICO


ACCIDENTE ELAPIDICO


En general, el veneno inoculado se queda usualmente depositado a nivel subcutáneo, por lo cual su acción es casi exclusiva por una neurotoxina y los síntomas son muy graves y es esencialmente neurotóxica.

Manifestaciones locales:
La clínica es grave, representada por el bloqueo de las terminaciones nerviosas pre y post sinápticas, durante la primera hora se presentan signos neurotóxicos que pueden evolucionar hacia la parálisis respiratoria. El accidente elapidico no origina efectos locales importantes ni altera la coagulación, por lo que la evaluación clínica de esos casos debe de basarse en una adecuada vigilancia en la evolución del cuadro neurotóxico.

Puntos de Inoculación: La herida en los sitio de inoculación donde sucede el emponzoñamiento es poco notable. quedando como única evidencia del accidente las muy pequeñas marcas de los colmillos inoculadores.

Dolor: A nivel local, se puede producir un dolor de intensidad leve a moderado y de poca duración, ocasionado por un emponzoñamiento a veces imperceptible,

Edema: Se observa un ligero edema acompañado de sensación de hormigueo y parestesia, no se observa el efecto hemorrágico ni el necrótico.

Manifestaciones generales:
Luego del emponzoñamiento rápidamente se instala un cuadro de flacidez generalizada, parálisis de la musculatura intercostal y del diafragma, cuadro de apnea brusca con sensación de muerte inminente.

Síndrome neurotóxico: Las neurotoxinas elapídicas, en cambio, pueden actuar en la pre o post-sinapsis, pudiendo existir, en esta última condición, la reversión del bloqueo con administración de anticolinesterásicos. El desarrollo de los síntomas es, por lo general, rápido debido al bajo peso molecular de estas neurotoxina, Como consecuencia de las acciones a nivel sináptico, se desencadena una parálisis de diversos músculos, lo que conlleva a los síntomas que caracterizan este accidente ofidico, reflejado principalmente en ptosis parpebral (caída de párpados), oftalmoplegia, diplopía, disartria y debilidad muscular generalizada e impotencia funcional. Fascies miasténica.
La complicación fundamental esta expresada por el efecto directo paralizante sobre los músculos intercostales que participan en la respiración, efecto que puede llevar al paro respiratorio mecánico y potencialmente a la muerte.

Síndrome colinérgico: Se presenta inicialmente sialorrea (aumento de la secreción salival), nauseas acompañadas de vómitos, sudoración profusa y relajación de los esfinteres. El aumento de la secreción bronquial y de salival en un paciente con insuficiencia respiratoria aguda, edema de glotis y la abolición del reflejo de la tos, trae como consecuencia un estado de asfixia de gravedad extrema que generalmente compromete la vida del paciente en pocas horas.

Síndrome cardiotóxico: Este efecto aparecen con mayor frecuencia en las emponzoñamiento elapidicos. Con frecuencia desencadenan arritmias cardíacas, incluso fibrilación ventricular e insuficiencia cardiaca, favorecidas por las alteraciones electrolíticas principalmente con el aumento del potasio sanguíneo (hiperpotasemia).
 Algunos venenos son depresores del miocardio, con descenso del gasto cardíaco, lo que junto a la hipotensión arterial mediada por vasodilatadores por la liberación de bradicinina puede llevar al shock cardiogénico.

Síndrome miotóxico: A nivel muscular suelen aparecen mialgias y debilidad muscular, representado principalmente por la aparición de la rabdomiolisis.

Dosis:
Es el tipo de emponzoñamiento producido por una serpiente del género Micrurus . El tratamiento del emponzoñamiento micrúrico debe ser a base de suero estrictamente específico, empleando en tales casos el suero antimicrúrico preparado por el Instituto Butantan del Brasil, o el producido en el Instituto Clodomiro Picado de Costa Rica. Este suero no se encuentra en el comercio, pero se dispone de algunas dosis en el Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela.

En caso de obtener el suero, debe aplicarse una dosis inicial de 50-100 cc. (Butantan) o 3 frascos viales (Clodomiro Picado) diluidos en 500 cc de solución fisiologica 0.9 %, por vía intravenosa. Generalmente no hacen falta dosis complementaria.

A falta de suero antimicrúrico, el único tratamiento terapéutico que se debe seguir es el de mantener al paciente con ventilación mecánica asistida para garantizar la ventilación y libre de secreciones hasta que cese la acción de la toxina por agotamiento o eliminación. Esto se puede lograr mediante la intubación o la traqueostomia, preferiblemente en una Unidad de Cuidados Intensivos.

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